19 de octubre: Día internacional lucha contra el cáncer de mama: minitartaletas de chirimoya para mi hermana.

Queridos y queridas cocinillas!

Síiiiii:
 
el sábado pasado fue 19 de octubre y antes de que esta fecha pasase a ser el día internacional del cáncer de mama, esa fecha en mi casa era y sigue siendo muy importante. Es el cumpleaños de mi hermana mayor, bueno, no tan mayor!

El regalo por excelencia eran las chirimoyas, que mi hermana adora y que en esta fecha empiezan a verse por los mercados. Mi madre se las compraba a ella y al resto, claro!! y ese día nos las zampábamos más a gusto que un arbusto escupiendo pipas por doquier. No he visto fruta más divertida de comer por una panda de seis niños!!
 
 



Las chirimoyas son y siempre serán la fruta de mi hermana. Así que yo pensaba ir a su casa y regalarle un kilo de su fruta favorita  (o sea, dos chirimoyas!!) pero pensé que mejor le hacía un regalo más personal, algo elaborado por mí... así que me puse a navegar por internet  y descubrí esta receta de Atrapada en mi cocina que me pareció sencilla y rica riquísima y muy para la ocasión.



Y cuál fue mis sorpresa cuando leyendo sobre las chirimoyas me encontré un artículo donde hablan de sus beneficios para la salud. La chirimoya  según ese artículo contiene principios activos anticancerígenos. En este otro artículo hablan específicamente de sus beneficios contra el cáncer de mama. Así que ya no tenía excusa y mi labor del día fue luchar contar el cáncer con la poderosa herramienta de la repostería.

Os cuento:
 
Compré el viernes las dos chirimoyas. Estaban un poco duras, así que las dejé en su bolsa de papel y las metí en el horno (apagado, claro!) y para el sábado ya estaba en su punto!
 
Seguí la receta paso a paso, salvo al final, ya que no la hice en un solo molde sino que utilicé una bandeja de magdalenas  (de las de 12) para hacerlas en versión individual, siguiendo los consejos de Sara Astor en su blog La cocina de los Elfos en su entrada sobre Miniquiches de queso y cebolla morada

La receta parecía fácil pero  nooooooooooooooooooooo fue así; en primer lugar por los tiempos. Si compras la pulpa de chirimoya ya enlatada es todo más llevadero, pero si como yo, decides despepitar las chirimoyas tu misma, pues ten previsto una horita de reloj!! este es mi primer consejo.
 
Mi segundo consejo es tener preparados todos los útiles para las minitartaletas:
cortapastas dos centímetros mayor que el diámetro del molde, el mío era pequeño y mis tartaletas no llegaron al fondo del molde...


los garbanzos o piedras de hornear en blanco: no encontraba en mi despensa y tuve que pedírselos a mi vecina (santa mujer!!, no sé cuántos huevos le debo ya!!), y los recortes circulares de papel de hornear para contener los garbanzos. Yo no los hice con tiempo y al final se me echó el tiempo encima  (jaja, vaya frase..) y la masa se me vino abajo. Ahhh y no los tiréis, que sirven de una vez para otra!!











Finalmente las adorné con corazones hechos de las sobras de la masa. Un toque sencillo que pretendía personalizar el regalo!!







mi último consejo: pregúntale a tu hermana si va a estar en casa... porque si no, te llevas comiendo tartaletas toda la semana... jajaja. Te quiero hermanita!!!

y hablando de hermanas: la mía es farmacéutica y nació un 19 de octubre: casualidades de la vida?? ¿Tendrá ella y sus chirimoyas algo que ver en la cura contra el cáncer?? y si no ella?? uno de los centenares de alumnos a los que ha enseñado química?? el tiempo lo dirá. Yo sigo diciendo que las casualidades no existen y no me extrañaría que uno de sus alumnos o alguna de sus alumnas descubra de una vez por todas la cura contra el cáncer... que tantas vidas ha truncado... entre ellas la de mis tíos, la de mi padre, y el sábado mismo la de mi muy querido profesor de Latín, Antonio. Descansa en paz...
 
Que tengáis un buen día, o noche, ya no sé ni la hora que es...